Danza y Filosofía Enactiva


El cuerpo humano contiene en su propia estructura biológica y constitutiva toda la información sobre la creación del universo como también de sí mismo. La Danza Enactiva es una práctica de creatividad psico corporal que estimula y potencia la inteligencia somática autónoma de nuestro cuerpo.
Para la danza y filosofía enactiva, el organismo biológico es la primera dimensión que emerge después de la concepción, por lo tanto es necesario involucrar el cuerpo humano en su totalidad con el fin de acceder a las más profundas energías e inteligencias potenciales que nos constituyen. Para  un cambio evolutivo y conciente en nosotros mismos, no hay mejor ni más efectivo Maestro que nuestra propia corporalidad.


 Desde el momento en que somos concebidos hasta el momento de nacer, recorremos “Todo” el camino de la evolución en el útero materno, emergiendo desde una célula simple a otras más complejas que flotan en un océano amniótico hasta formar un “pez humano”, este pez evoluciona posteriormente como un anfibio, para continuar hacia un ser vertebrado complejo en donde incluso co existen tres cerebros (reptiliano, límbico y neo córtex). Estos cerebros  se van fusionando uno sobre el otro para dar forma a nuestro cerebro actual. Cuando hablamos de Cuerpo, incluimos la mente y no entramos en la disociación cuerpo-mente.
La Danza y Filosofía Enactiva nos permite acceder y vivenciar la experiencia corporal como fuente y sustento del conocimiento de nosotros mismos y nuestra interacción con el entorno. Independientemente de nuestros oficios, cada uno de nosotros puede ser un bailarín y un filósofo de su propio existir. Bailarín como ser que fluye en las interacciones del vivir y filósofo por la sensibilidad de reflexionar sobre las experiencias de interacción de su existir en flujo.

Lo Enactivo
El término enactivo proviene de la palabra enacción, neologismo ( to enact) propuesto por el chileno Francisco Varela para las ciencias cognitivas y la biología que podría traducirse como “representación coemergente”. Este término alude al hecho que nuestro conocer no es un simple percibir una realidad objetiva “allí afuera” ni tampoco un procesamiento de información captada por nuestras ventanas sensoriales, sino que es un proceso que se construye a partir de nuestra experiencia corporal sensorio-motriz. La cognición hecha cuerpo. Fluimos en una “danza” co relacional permanente con nuestro entorno. Muchos de nuestros problemas de cualquier índole se originan  cuando paramos de “danzar”.


La Danza Enactiva desarrolla y estimula los fluidos corporales especialmente el líquido cerebro espinal, activación del hipotálamos y relajación del lóbulo frontal (racional), movilidad desde la tridimensionalidad del cuerpo, los soportes osteo musculares, los espirales ascendentes y descendentes para entrar y salir a piso, centro corporal, flexibilidad-flujo, tono, resistencia y aumento de la capacidad cardiovascular.






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